sábado, 3 de enero de 2009

Crucificción Quiteña

En medio de su duda jadeante sobre mí, sentí los latidos fortísimos de su ser y una frase entre el hilo del placer y el ego "¿Estoy demasiado viejo para ti?".
Mi sonrisa no se hizo esperar ni mucho menos un piadoso no. La ecuación era simple, seres resumidos a su salvaje desnudez, con el máximo de los tabúes dentro de si...queriamos que todo fuera soledad,silencio y quietud para destacar en la horizontalidad. Los choques fueron ciertos, un hombre maleducado por prostitutas salió a la luz cuando escuché un "Quítate la ropa", no era un juego de rol, no era un trabajo, era una de mis tantas aventuras profanantes de la monogamia.
Me sentí extraña...con ganas de corregir la torpeza al tacto, pero pensé que su graciosa corporalidad no se merecia un juego de verdad. El velo de la desnudez se corrió y la más grande curiosidad satisfice al ver que me dedicaba una erección...y si, el pene dentro de mi es placentero, fuera de mi...Gracioso.Es como la reducción de miles de años de virilidad resumida en unos escasos centímetros, es ver el destino de una nación en mi mano, es sentir como caen fronteras y guerreros se rinden...es ver 1.90 metros de arrogancia reducida ante mis ojos.
Acto seguido...me sentí como una esposa, de esas que creen que la abstienencia es la madre de la santísima trinidad, recostados en la cama, gracioso esperar que siguiera al acecho....Ay, que decadente. Me tomó con su largo brazo inspeccionando lentamente mis nalgas, confiando en haber dado bien la orden de desnudarme, se acercaba lentamente al perineo...llega a mi glorioso sexo mientras me da un leve beso...Decepción querido lector, decepción lo hace en mi boca superior no en la inferior y expectante espero un masaje clitoridiano, pero se detiene al verse intimidado por ver mi extraño look porno lampiño...Mierda yo en que me metí!!!
Bueno, el toque clitoridiano fué fugaz, inexistente, y lo veo erecto...Que arroje la primera piedra la mujer que diga que verlos así no es gracioso...Jejejeje, hasta empodera.
Si, todo un indio, un cholo, la cosa más primitiva con la sangre circulando única y exclusivamente hacia el glande...Quiere penetrarme, por favor, hombre no estoy lubricada, pero insiste, así que tomo su miembro y juego con su cabeza entre mi vulva, una leve humedad se va acercando, por reflejo los pezones hacen lo suyo, él insiste y con dialécto de camionero me susurra un "mételo".
Sodomizada obedezco, la entrada homófonamente es ardiente, suena igual, pero no significa lo mismo...y el conteo de la base empieza, en susurros nos fundimos, cierro los ojos y en un momentó los abrí para decirle "Voyerista" en medio de un gemido.La lucha continua, él quiere morderme para marcarme, cree que así evito tener otro amante, yo le rasguño la espalda, imposible que su esposa no las note. Un par de bestias al acecho. Tengo que rescatarle un movimiento que me gustaba, me tomaba de las nalgas para empujarme dentro de si, luego lenta y circularmente hacia cada vez más y más lentas las penetraciones, eran una exquisita tortura.La peor arma,la eyaculatoria instantanea eran mis diálogos en el sexo, al hombre latino le han enseñado que correrse es lo mejor, falso, entre más se demoren en esto es mejor. Así que mientras se concentraba en no eyacular, le decia si me gustaba lo que hacia o lo que no. Y plop! caia medio muerto entre mis senos, con la espalda brotando sudor y algo de sangre, los ojos hundidos, la boca seca, a los 10 minutos siguientes hacia el interrogatorio de parte, el que siempre contesté con monosílabos, el mismo que él mataria porque le devolviese las preguntas, esa era la real tortuta, LA DUDA.
En la decadencia de los encuentros lo sentía tan básico que era capaz de predecir su duración en el coito, máximo si andaba abstinente y visceversa. En el clímax del mismo, donde se estaban fundiendo los dolores uno a uno, cuando la crucificción me estaba agradando, lo dejé. Para así sentir más y más dolor.

2 comentarios:

  1. Me pregunto si eres una mujer de encaje rojo, la rica tela de tus palabas no me dejan ver mas alla del puro deseo, pero tu razón de ser no era otra que ser mia.

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  2. Excitante relato que me recuerda lo que vivo con El Profesor, sólo que él no es un "hombre latino" típico. Te invito a pasar por nuestros blogs. Si tienes entre tus películas favoritas a "Lolita", quizás te guste. Un saludito. Lolita

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